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El baile – Irene Némirovsky

El baile es la historia de una venganza sutil, y un ejemplo perfecto de cómo decir mucho en pocas páginas.

¿De qué trata?

La novela nos presenta a una familia de nuevos ricos, que quieren ascender en la jerarquía social organizando una gran fiesta. Parece que todo está perfectamente planificado y por fin van a hacer realidad su sueño. Pero han olvidado un pequeño detalle: a veces la rabia es más fuerte que el miedo, y su hija ya está harta de soportar humillaciones y desprecios.

El baile es una novela de personajes.

Tenemos a una madre egoísta y cruel, que siempre ha maltratado psicológicamente a su hija. Al principio le resultaba agobiante, para ella la niña era solo una carga. Ahora que es adolescente, se ha transformado además en una rival:

«Que sepas, niña, que apenas he empezado a vivir yo, ¿me oyes?, yo, y que no tengo intención de preocuparme tan pronto por una hija casadera… »

No, está claro que hasta que no consiga un amante joven y guapo, esta madre no piensa permitir que nadie vea a su hija, por miedo a que los hombres la prefieran.

La hija tiene catorce años, y hace tiempo que ya no es una niña. Sueña con el amor y con sus éxitos futuros, mientras vive aplastada por el miedo que les tiene a sus padres. Como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta la educación que ha recibido, ella también es egoísta e injusta. Tanto que un día, en un impulso, hace algo que tendrá consecuencias para toda la familia.

Esta novela es muy psicológica. La trama principal es la evolución de la protagonista, el paso de adolescente a mujer adulta. Por eso conocemos en todo momento lo que piensan y sienten la madre y la hija, y por qué actúan como lo hacen.

En El baile hay páginas que me hicieron sonreír.

Un buen ejemplo es el diálogo que mantienen los padres mientras preparan la lista de invitados, porque van comentando los trapos sucios de todos sus conocidos. La ex-prostituta, el cornudo, el que estuvo en la cárcel por una estafa… Me parece especialmente divertida la descripción de los condes y marqueses como gigolós.

La autora retrata la hipocresía y la falta de escrúpulos de esta familia, decidida a triunfar a cualquier precio, tanto en la sociedad como en los negocios.

Esta obra también tiene momentos dramáticos.

Somos testigos del dolor de la hija, leemos cómo llora sin que a nadie le importe su sufrimiento. A los catorce años, sintiéndose completamente sola en el mundo, reflexiona:

«Pero sin duda todo es un cuento, el buen Dios, la Virgen, cuentos como los padres buenos de los libros y la infancia feliz».

En El baile hay también cosas que no me han gustado nada. Por ejemplo, la madre es demasiado exagerada en sus reacciones y cambios de humor; mientras que la hija está demasiado sexualizada para mi gusto. Además, el final me resultó poco creíble, y demasiado abierto.

A pesar de esos defectos, El baile es una lectura muy recomendable.

Lo que más me ha gustado de esta novela es que describe el momento exacto en el que la niña pierde del todo el miedo y pasa a ser adulta:

«¿Cómo se puede llorar de esa manera por algo así? ¿Y el amor? ¿Y la muerte? Un día morirá, ¿lo ha olvidado? 

¿Así que las personas mayores sufrían por cosas fútiles y pasajeras? Y ella les había tenido miedo».

La historia es muy corta y de lectura amena, porque hay muchos diálogos y pocas descripciones. La autora va directa al grano, no sobra ni una palabra en todo el texto. El tono general es bastante ligero, los momentos tristes no resultan crudos porque expresan más rabia que dolor.

Me parece una lectura perfecta para llevarse a la playa o la piscina y disfrutar del verano; o para cuando estás saturada de libros densos y te apetece algo ligero que no te obligue a pensar.

¿Qué opináis vosotros? ¿Conocíais esta novela? Si la habéis leído, ¿os gustó? Si no la habéis leído, ¿os apetece darle una oportunidad?

Por hoy me despido con un abrazo para todos. ¡Leed mucho!

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