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Las cuevas de Haydrahodahós – Salim Barakat

Las cuevas de Haydrahodahós es una novela fantástica protagonizada por unos centauros muy peculiares. En España la ha publicado la editorial Karwán.

La trama mezcla de forma efectiva lo humano con lo divino.

El pueblo de los centauros está gobernado por el Príncipe Zioni, un tirano hastiado de la vida. Está deseando que alguien le desafíe, así que intenta obligar a sus súbditos a hacer algo que su religión prohíbe expresamente. Pero sus provocaciones no dan el resultado esperado, por lo que decide camuflarse e infiltrarse de incógnito entre su pueblo, para investigar qué está pasando.

Mientras tanto, el Sumo Sacerdote está inquieto por la aparición de Orsín, un ser misterioso que podría inspirar una nueva religión. Pero eso no es lo único que le preocupa. De hecho, a la vez que intenta descubrir y detener a los fieles de Orsín, también participa en intrigas políticas destinadas a conservar su propio poder.

Lo más interesante de Las cuevas de Haydrahodahós es su ambientación.

En esta novela Salim Barakat inventa un mundo muy original. La descripción de sus costumbres, su religión y sus paisajes me ha gustado mucho.

Mi escenario favorito es la cueva de Fiflafidi. Se trata de una enorme biblioteca que protege todo el conocimiento ancestral de los centauros, en forma de esculturas talladas en las paredes y en tablillas de piedra. La descripción es muy visual, y transmite mucha belleza.

En este mundo cada habitante sueña la mitad de un sueño, y tiene un compañero o compañera que completa la otra mitad. Es una idea sugestiva, y está muy bien introducida en la trama, para crear el necesario contraste con el sueño completo que proporciona Orsín.

Hay otros detalles que añaden color y profundidad a este mundo de fantasía. Por ejemplo, los nueve leopardos que acompañan al Sacerdote Kidromi en sus ceremonias religiosas; o las peculiares competiciones, en las que los participantes recitan poesía mientras corren; y, sobre todo, las costumbres funerarias de este pueblo.

Hablemos de los personajes.

En general son bastante predecibles y se ajustan a los tópicos más establecidos: los cortesanos serviles, el bufón, el tirano cruel… Pero Las cuevas de Haydrahodahós tiene también una protagonista muy interesante. Se trata de Anistomís, la Gobernadora de Fiflafidi.

Es la única superviviente de la raza de los unicornios, tiene una mente privilegiada y una gran sabiduría. Lo que más me gusta de ella es su astucia y su habilidad política, que consigue engañar al lector y provoca el único giro argumental de la trama. También me atrae su forma de razonar, y cómo ejerce su autoridad, de forma sutil y tranquila, pero muy efectiva.

Salim Barakat

Esta novela está escrita por un poeta.

El estilo es muy diferente al que se suele encontrar en la narrativa contemporánea. Algunas frases son muy largas, con tendencia a divagar. También abundan los adjetivos. En algunos párrafos el texto transmite una sensación onírica; en otros, predomina el diálogo. Y aunque hay muy pocos versos, se nota que el autor ha intentado que la poesía impregne su prosa.

El resultado es un texto libre, en el que el autor experimenta con todas las herramientas que el lenguaje pone a su alcance.

Objetivamente, hay algunas reiteraciones que se me hicieron molestas. La principal es la insistencia en que los personajes son mitad humano, mitad caballo. Esa descripción se repite a menudo en las primeras páginas, lo cual me resultó algo pesado.

En mi caso particular, me gustaron más los párrafos cortos y directos; pero seguro que otros lectores preferirán las frases más elaboradas, aquellas que obligan a reflexionar. Os copio un ejemplo:

«Mis conocimientos son rehenes del temperamento de los astros y de la naturaleza de las constelaciones celestiales. El temperamento está formado de proporciones».

También quiero señalar que este autor es kurdo sirio. Reconozco que no sé nada acerca de su cultura, tampoco estoy familiarizada con la literatura árabe, así que desde luego no me veo capacitada para valorarla. Es posible que esas construcciones que a mí me resultan excesivamente barrocas y complejas, sean en realidad un elemento característico de su tradición artística. No lo sé, por eso quiero ser prudente con mi opinión.

En general, creo que en Las cuevas de Haydrahodahós la forma es más destacable que el fondo.

La trama es interesante. Me gusta sobre todo la parte que se centra en describir una dictadura, y cómo reacciona el pueblo ante el terror y los abusos.

Lamentablemente, la resolución final es bastante predecible. Yo esperaba que la trama mística y la religiosa se desarrollaran más en profundidad, y sobre todo que fueran trascendentales para desenlace. Pero no es así. O por lo menos, yo no lo he entendido así. Ya os digo que la forma de narrar del autor es un poco difusa y da lugar a distintas interpretaciones.

Sin embargo, sí que valoro mucho el esfuerzo de imaginación necesario para crear todo un mundo. El autor sabe producir imágenes muy definidas de las distintas cuevas, la organización social, las ceremonias y los personajes. Me gustan las descripciones sutiles que nos sugieren que esta civilización es antigua y tiene una sabiduría ancestral, sin contarnos realmente nada de su historia. En muy pocas palabras nos deja claro en qué creen estos centauros, cuáles son sus tabúes, cómo son las relaciones entre los personajes, e incluso la tensión entre los dos reinos que conforman Las cuevas de Haydrahodahós.

Esta novela ha sido para mí una aproximación muy agradable a un autor que no conocía. Su estilo es tan peculiar que estoy segura de que a algunos lectores no les gustará; pero si os interesa el género fantástico, os animo a darle una oportunidad y juzgar por vosotros mismos.

¿Conocéis a este autor? ¿Habéis leído esta novela, o alguna de sus otras obras? ¿Os apetece descubrirlo? Espero vuestros comentarios.

Por hoy me despido con un abrazo para todos. ¡Leed mucho!

 

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