El amo de Zarité es Toulouse Valmorain, un joven francés admirador de Rousseau y con ideas liberales.
Cuando llega a la colonia para hacerse cargo de la plantación de su padre se encuentra con un mundo brutal, al que se adapta sorprendentemente rápido, desechando sus escrúpulos iniciales acerca de la esclavitud. Más difícil le resulta entender la compleja estructura social:
«Entre los mulatos libres o affranchis existían más de sesenta clasificaciones según el porcentaje de sangre blanca, que determinaba su nivel social… Los mulatos estaban unidos por su aspiración común a pasar por blancos y su desprecio visceral por los negros. Los esclavos, cuyo número era diez veces mayor que el de los blancos y affranchis juntos, no contaban para nada».
Toulouse entra en contacto con Violette, la cortesana más famosa y codiciada de la isla.
Violette será otro de los personajes principales cuya historia seguiremos a lo largo de toda la novela. Ella es también quien se encarga de comprar y adiestrar a Teté (como todos llaman a Zarité), para que sea la esclava personal de la futura esposa de Valmorain. Aunque Violette es nieta de esclava, y por tanto mestiza, no tiene ningún problema con la esclavitud. De hecho, ella misma tiene una esclava. Por si eso fuera poco, además está enamorada de un capitán del ejército que no tiene ningún escrúpulo en asesinar y torturar a niños negros para obtener información sobre los rebeldes.
Todos los personajes de La isla bajo el mar son muy complejos.
Es asombrosa la naturalidad con la que Allende nos sumerge en este mundo, en el que la esclavitud y la violencia son simplemente algo natural. Hay momentos en la novela en que la autora describe el día a día de la plantación, e inevitablemente nos presenta unas condiciones de vida terribles para los esclavos. Pero tengo que reconocer que la autora no se centra en descripciones crueles. Se limita a enunciar la realidad tal como era, como parte de la ambientación.
El vudú está muy presente durante todo el texto.
Se describen algunas ceremonias de una forma tan visual que por momentos parece que estás viendo una película, más que leyendo. Se nota que la autora se ha documentado, porque también utiliza vocabulario propio de esta religión, aunque eso a veces dificulta la lectura.
También hay momentos muy emotivos, como este:
«Mi hija era lo que más me importaba en el mundo. Habíamos vivido pegadas como un solo cuerpo, una sola alma, hasta que el miedo de que la vendieran o de que su propio padre la violara en la pubertad, como había hecho conmigo, me obligó a separarme de ella. Más de una vez había visto al amo palpándola como los hombres tocan a las niñas para saber si ya están maduras. La frialdad de mi hija me dolió: por protegerla, tal vez la había perdido.»
Llega un momento en que los esclavos se organizan y la rebelión es masiva.
En la novela hay escenas de infarto,en las que realmente no sabes si los protagonistas conseguirán sobrevivir.
En la parte final de La isla bajo el mar también está muy presente el movimiento abolicionista estadounidense: la lucha entre los que quieren conservar su forma de vida, y los que exigen que se suprima la esclavitud y que se trate a los negros igual que a los blancos.
Recomiendo muchísimo la lectura de este libro, porque refleja claramente una época de la historia que no conviene olvidar, de una forma respetuosa para el lector. Hay otras novelas que hablan sobre el tema de la esclavitud pero son muy crudas, no aptas para lectores sensibles. Esta, sin embargo, no se centra únicamente en la vida de la plantación. Habla también de política, del exilio, del choque entre la medicina académica y los remedios de las curanderas, de la evolución de la sociedad, y muchos otros temas. Así la lectura es amena, hay varias subtramas que se entrecruzan con la trama principal, mucha acción, y la narración es ágil, todo transcurre rápidamente.
¿Conocéis esta novela?¿Qué os parece? Espero vuestros comentarios.
Por hoy me despido con un beso para todos. ¡Hasta pronto!