Génie la loca es la expresión más pura del dolor, pero también de la belleza.
Este libro es, sobre todo, una carta de amor de una hija a su madre. Pero también un testimonio de cómo la sociedad condena y castiga a las mujeres por hechos de los que no son culpables.
Inés Cagnati utiliza una prosa cruda, directa, desgarradora. Sus frases son muy cortas, y repiten frecuentemente la misma idea, reflejando la monotonía de la vida de las protagonistas, y sus obsesiones.
El texto es bello. Fluye como poesía, con un ritmo lento y casi musical. Pero además las palabras están muy bien escogidas para formar un conjunto armónico.
En esta novela los capítulos son muy breves, de solo dos o tres páginas. Sin embargo, son tan intensos, tienen tanta carga emocional, que te obligan a digerir cada uno antes de empezar con el siguiente. No es una lectura rápida, ni fácil. Hay que tomársela con calma.
Las dos protagonistas son personajes torturados. Aisladas de la sociedad, pero también la una de la otra, cada una vive encerrada en su propio mundo.
Génie es inaccesible, fría y no demuestra ningún amor hacia su hija. Marie ama desesperadamente a su madre, quiere consolarla, abrazarla, hablar con ella. Pero siempre recibe un rechazo.
El ambiente de toda la obra es denso, agobiante. Las protagonistas viven en el campo y hay imágenes bucólicas, bonitos paisajes y escenas en las que Marie disfruta de la naturaleza y los animales. Pero, incluso en esos momentos, siempre hay algún elemento negativo presente: el miedo, la soledad, o la crueldad humana.
Inés Cagnati consigue crear una novela redonda en solo 184 páginas. Con un tono sobrio y conciso, transmite sin grandes descripciones y en muy pocas palabras la lucha por la pura supervivencia, la angustia y la soledad de sus protagonistas. Los giros son sencillos, pero muy acordes con la historia. El silencio parece algo físico, sólido, su peso aplasta a la niña y oprime al lector.
Otra cosa que me impresiona es cómo utiliza las elipsis y los saltos temporales. En ningún momento indica claramente años, fechas, o edades de los personajes. Todo va sutilmente implícito en la narración. Y como detalle final, el libro se cierra con las mismas palabras con la que comienza, algo que siempre me entusiasma.
Esta historia me ha dolido en cada página. No puedo decir que haya disfrutado con su lectura, pero sí que es lo mejor que he leído este año. Cada palabra va directa al corazón, no sobra ni falta nada, todo está muy medido. El estilo de la autora es poco frecuente: certero y cruel, pero sobre todo estético.
Me cuesta recomendar esta novela, porque es realmente dura, de las que te rompen por dentro y nunca olvidas. En ese sentido me recuerda a Ritos Funerarios de Hannah Kent, otra historia que me impactó profundamente. Pero si buscas una altísima calidad literaria, una estructura interesante, y una historia auténtica, de la vida misma, estoy segura de que te gustará Génie la loca.
¿Qué opináis vosotros? ¿Habéis leído esta novela? ¿Os apetece darle una oportunidad? Espero vuestros comentarios.
Por hoy me despido con un abrazo para todos. ¡Leed mucho!