Las incorrectas es una novela perfecta para el verano. Divertida, irreverente y muy moderna, combina la denuncia y el feminismo con el humor. También toca temas serios y tristes, pero desde un punto de vista optimista y con unos personajes que no se dejan vencer.
Este libro habla de un grupo de mujeres que no tienen nada en común, salvo que son madres.
Cuando sus hijos coinciden en el mismo equipo de fútbol, ellas empiezan a relacionarse y poco a poco van creando una red de apoyo mutuo. Porque uno de los temas que trata la novela es la importancia de la sororidad.
A estas madres se unen algunos hombres feministas, que serán fundamentales a lo largo de todas las historias.
Y digo bien, historias.
Esta es una novela coral, que trata de muchos temas importantes: depresión, machismo, el dolor que produce perder a un ser querido, diferentes puntos de vista acerca de qué es y cómo debería ejercerse el feminismo… la lista es extensa.
Tenemos, por ejemplo, a una madre que tiene que enfrentarse al hecho de que su hija de ocho años es psicópata, y no hay medicación ni tratamiento que pueda curarla. Esa historia me atrapó especialmente, porque nunca había leído nada sobre esa cuestión.
Las incorrectas es una novela muy imperfecta.
Hay momentos en los que los personajes actúan o hablan de forma incoherente, sin ningún motivo y sin que se explique por qué.
Tampoco entiendo la necesidad de abrir subtramas que no llevan a ninguna parte, alguna incluso muy cerca del final del libro. En general, tengo la impresión de que a Las incorrectas le sobran páginas.
Me ha molestado mucho el romance entre Inma y Pablo, porque es totalmente innecesario. Inma no necesita a un hombre a su lado, eso es lo primero, y mucho menos en una historia que en otras cosas es tan feminista. Si necesitaba un desahogo, podría haberlo comprado en un sex shop, por ejemplo. Eso habría sido más coherente con el personaje. Además, ese «Siempre te he amado en secreto», ese tópico tan manido, no pega nada con esta historia.
Lo que realmente me indigna es la escena de la visita a la comisaría.
Si vas a mencionar un tema tan serio, como una falsa acusación de malos tratos con secuestro de menores, trátalo en profundidad y como se merece. Pero no lo uses simplemente como excusa argumental para llevar a tus personajes de un sitio a otro. Lo peor es que al final ni siquiera nos enteramos de qué pasa con ese bebé, o con ese padre angustiado.
A pesar de sus fallos argumentales, Las incorrectas me ha gustado mucho.
De hecho, mi libro está lleno de post-it, y he copiado párrafos enteros:
«Las mujeres que traicionan los roles femeninos siempre son consideradas conflictivas, aunque las cualidades que demuestren sean apreciadas en un hombre. Sea guapa, y sea cuota, que llegará más lejos que siendo lista».
Las tramas principales consiguieron intrigarme, quería saber cómo se iban a resolver.
¿Logrará Eva sobreponerse al maltrato que sufre en el trabajo? ¿Cristina irá a la cárcel, o conseguirá pactar con la Fiscalía? ¿Qué va a pasar con la familia de Cande? ¿Permanecerán unidos, o el miedo a la niña psicópata será más fuerte que el amor?
También hay situaciones que me dieron ganas de aplaudir, como el enfrentamiento con el entrenador de fútbol.
Las incorrectas ha sabido conectar con mis sentimientos.
Las escenas que hablan sobre las emociones de los personajes están muy bien escritas. En general, resulta sencillo empatizar con ellos.
Quiero destacar lo bien descrita que está la depresión. También me emocioné mucho con los sentimientos de Nico en el funeral de su padre.
La autora sabe utilizar muy bien el humor. Aunque la historia presenta situaciones duras, los personajes saben reírse de sí mismos, y siempre hay alguien que alivia la tensión con algún chiste o un comentario divertido.
En resumen, Las incorrectas es una lectura entretenida y bastante amena.
Tiene personajes, como Pilar, con los que no pude evitar sonreír. Y otros, como Miguel, que me han enternecido.
¿Qué opináis vosotros? ¿Habéis leído esta novela? ¿Os apetece darle una oportunidad? Espero vuestros comentarios.
Por hoy me despido hasta la próxima entrada. Un saludo a todos, y no olvidéis seguir disfrutando de la lectura.