Sueño del Fevre es una novela de vampiros realmente original.
La historia transcurre principalmente en un barco de vapor, de los que navegaban por el Misisipi; la esclavitud y el abolicionismo están muy presentes en la trama; y sus personajes tienen el particular estilo de George R.R. Martin.
Sueño del Fevre trata muchos temas.
Habla de redención, de sueños, del paso del tiempo, de la esclavitud y la guerra, de la ambición… por nombrar solo algunos de ellos.
Lo que más me ha gustado es que la trama central no es la lucha entre vampiros y humanos. Al contrario, Sueño del Fevre es la historia de una amistad inquebrantable a pesar del tiempo y la distancia.
Los personajes están maravillosamente construidos.
Son complejos, profundos, y evolucionan a lo largo de la obra. Vamos conociéndolos poco a poco, y aunque algunos son previsibles, otros me han sorprendido mucho.
La ambientación es sensacional.
Mientras leía tenía la sensación de estar en un barco de vapor, navegando por el río. Porque la novela está bien documentada, y en pocos párrafos, sin descripciones exhaustivas, te transporta a la época. Sientes el calor que pasan los operarios en la sala de calderas, la concentración del timonel cuando se acercan a un banco de arena y hay peligro de encallar el barco, o el desprecio con el que se trata a los esclavos.
El ritmo narrativo está muy bien medido.
La historia es apasionante: alterna misterio, sorpresas, tensión, terror, amor, política y amistad en un ritmo cambiante que hace que te confíes antes de darte el siguiente golpe.
Hay momentos de reflexión que me han resultado muy interesantes, como la lucha de uno de los vampiros por dominar su naturaleza, o las grandes similitudes que hay entre humanos y vampiros. Hay violencia, sangre, muerte y crueldad; pero también hay amor y lealtad.
Hay algunos detalles que a mí personalmente me han encantado y quiero destacar:
El primero es el importante papel que juegan los poemas de Lord Byron en la trama. En la novela se incluyen fragmentos enteros de algunos de ellos, y menciones a otros.
También me ha gustado la historia de estos vampiros, cómo se han adaptado a los cambios del mundo a lo largo de los siglos, cómo se reproducen y la forma en que se relacionan. Mención especial merecen sus leyendas, algunas de las cuales me parecen casi bíblicas, como la espera de un Rey que los unirá a todos y los salvará.
Sin duda alguna, Sueño del Fevre es una novela muy bien escrita.
Su prosa atrapa, no solo por la tensión de la historia, sino también porque tiene páginas muy bellas, como en el siguiente fragmento:
«Mientras se ponía el sol, las aguas lodosas se tiñeron de un color rojizo, que se extendió y se oscureció hasta que dio la impresión de que el Sueño del Fevre navegaba por un río de sangre. Luego, el sol desapareció tras los árboles y las nubes; la sangre se fue oscureciendo; primero se tornó marronácea, como si se secara, y después negra, negra como la muerte, negra como una tumba».
Si no habéis leído esta novela, no dudéis en darle una oportunidad, porque disfrutaréis mucho con su lectura. Espero vuestros comentarios.
Por hoy me despido, la próxima semana tendréis una nueva reseña. Hasta entonces ¡disfrutad de la lectura!